Y DESPUÉS DE ESTO, QUÉ?!!

Hola, Saludos a Todos-as!!

Cómo llegué aquí?

Recientemente acepté una invitación que mi amiga la “encantadora de serpientes” me hizo para asumir un módulo en clínica sistémica, durante varios años evité o pensaba evitar una situación parecida, eventualmente lo logré, hasta que en esta oportunidad no pude decirle que no.

La razón de mi conducta evitativa, si se quiere o puede llamarla de esta manera, tiene tres razones: la primera, está en que definitivamente la docencia es una labor que es necesaria asumirla con mucho respeto; respeto por quienes están en esas cuatro paredes que llaman salones de clases, sentados en sus sillas esperando “instrucciones” sobre qué hacer? Y cómo hacer? què saber? Y qué no saber?..lo que en últimas no es su culpa, sólo entraron a bailar la danza de la enseñanza superior, que de superior, y perdonen si hiero alguna susceptibilidad, no tiene nada!!...(es un sistema ortodoxo y completamente desactualizado, sobre todo si nos referimos a la enseñanza o entrenamiento -como me gusta llamarlo- en las ciencias humanas y sociales), pero que afortunadamente en su interior existe más de un encantador de serpientes, y es por lo cual, creo que hay buenas prospectivas.

Prosiguiendo con el respeto hacia los estudiantes o “pichones” como en broma me gusta llamarlos (cada quien lo interpretará a su manera), es que cada uno de ellos trae una historia rica en experiencias de vida, que nutren, influyen, fortalecen, dificultan o no, todo el proceso de entrenamiento, y de lo cual cada docente-clínico, debe ver y tratar de aprovechar al máximo.

La segunda razón “evitativa”, es la responsabilidad de asumir tal labor con carácter neutral, y al referirme a neutralidad, no deseo se malentienda como la falsa neutralidad terapéutica, en la que muchos clínicos se “empantanan”, sino de hacerlo con la actitud humilde, de llegar a un lugar con la intención de co-crear conocimientos (sí, pretendo que esta palabrita se ponga en moda, ojalá que al hacerlo todos-as sean conscientes de lo que minúscula palabra implica, por supuesto, como todas las palabras pequeñas) es así como del diálogo entre un grupo de personas que en ese momento y lugar específico ocurre, deriva en planteamientos, ideas, dudas, interrogantes, emociones entre otros, que hacen del encuentro más nutricio, y del cual definitivamente, ninguno de los presentes sale igual a cómo llegó!!..el observador que observa, pero que a su vez es observado….

La tercera razón; obedece más a que el trabajo de campo se ajusta más a mi estilo personal-terapéutico; la docencia universitaria, se  nutre de la experiencia con el trabajo de campo, pues honestamente quien les escribe cree que conceptualizar y teorizar (aunque como los ECRO de Pichón-Riviere, como primer paso muy necesario)  en estos momentos históricos, sociales, políticos, económicos, ambientales, no sirve de mucho quedarnos solo en esta etapa teórica; la capacidad de análisis, síntesis, de integración es algo que –tristemente- se ha dejado en segundo plano. No es de interés académico-investigativo-práctico convertirme en metodóloga de la educación. Para eso hay muchos.

En todo caso, podré decir que ha sido una experiencia interesante, ya aprendí durante este proceso que los “pichones” tienen la actitud del terapeuta con capacidad de integración y análisis, ese es un buen principio, ir más allá de los límites paradigmáticos con respeto, es la meta.

Saludos a  todos los pichones!!