LA BOBA QUE SE DEJÓ ENGAÑAR, LA PUTA QUE SE LO BUSCÓ Y LA MUJER QUE DECIDIÓ.
El libro "Amantes y Cortesanas" como punto de partida de esta disertación, me pareció interesante, no solo porque tenía unas bellas ilustraciones, sino también porque me di cuenta que durante la historia, las mujeres hemos "aprendido" a adoptar ciertos comportamientos como "mecanismos de sobrevivencia" ante la vida, las circunstancias, las emociones, las acciones y los afectos.
Deseamos encontrarle un sentido a nuestra existencia, buscamos el amor incansablemente, nos preguntamos: ¿por qué no puedo encontrar a mi pareja perfecta? ¿Será que tengo mala suerte? ¿Porque mis relaciones no duran?, parece que siempre se cruzan en mi camino los peores "especímenes"!, necesito encontrar a alguien urgentemente, necesito un príncipe azul, solo de esta forma puedo hallar la verdadera felicidad!; entonces iniciamos una larga búsqueda de respuestas; visitamos consejeros, buscamos quien nos lea las cartas, revisamos si el horóscopo dice que nuestra vida va a cambiar para siempre y así sucesivamente.
No contentas con esto, debemos librar una fuerte lucha entre la independencia, los deseos propios, la autonomía y ese: por ser mujer "todo lo puedo", ya sea que tenga 20 0 50 años, el problema es el mismo: UNO MISMO.
Cultural y social mente, creemos que el verdadero amor se encuentra en una cara bonita, un cuerpo chévere y una buena cuenta de banco (aja, pero esto sí es importante), pero no… el amor se consigue cuando realmente aprendemos a conocer la verdadera anatomía de nuestra alma; es decir, a la guerrera y la dama que llevamos dentro, a la amante y cortesana, como le escuché alguna vez a una amiga.
En la Costa Caribe en particular Barranquilla, tenemos un reto, sólo por dar un ejemplo, al buscar en las bases de datos de las universidades, se puede observar que de 292 trabajos entre tesis, libros, revistas al escribir la palabra mujer en la base de datos de una sola universidad del Caribe, pudiera decirse que hay un interés, alrededor de la violencia de género, hay una tendencia hacia los estudios de sobre violencia de género, en poblaciones ubicadas en los estratos bajos, más no deja de interesarme, la poca ausencia de estudios sobre las nuevas estructuras y organizaciones familiares.
Los cambios en la estructura socioeconómica sugieren espacios para modelos diferentes de "ser mujer" porque se trastocan valores que por generaciones las han relacionado con el mito sacrilizador e inamovible de mujer–madre y mujer–familia. Ahora ejercen una participación social diferente de la madre–esposa de tiempo completo; ocupan un lugar en el ámbito público en igualdad de oportunidades y deberes con relación a los hombres, lo que supone retos y riesgos para las mujeres que dirigen hogares, ya que a la responsabilidad de la producción, reproducción, cuidado y crianza de hijas(os), se suma la jefatura del hogar. Lázaro, Zapata y Martínez (2007)
Las mujeres hemos irrumpido en la dinámica de producción, debido a la incorporación masiva al mercado laboral, unos más especializados, que incluye un aumento salarial, otras especialistas en el arte del “rebusque”, de hacer utilización de toda la recursividad femenina para cubrir -o por lo menos en eso se confía- los gastos que un hogar conlleva, por supuesto, aun cuando desde estas dos coordenadas, sea por aumento salarial, o aumento de recursividad, la carga aún es doble, las redes sociales, la cultura no acompañan en el proceso, no apoyan el proyecto de vida y familiar.
Actualmente existen desde el gobierno múltiples programas para mujeres cabezas de familia, de esta manera se ha establecido cierta variable donde mujer cabeza de hogar es equivalente a pobreza, García (2008), cuando no se han tenido en cuenta diversos aspectos, tales como:
- El ciclo vital en el cual se convierte en madre cabeza de familia.
- En qué circunstancias vitales (normativas o circunstanciales) se es cabeza de familia; muerte del compañero, secuestro, desplazamiento, prisión.
- En que espacios rurales o urbanos se ubica.
- Las clase socieconómica, si es de estrato medio-bajo, es una madre cabeza de hogar, si es de estrato alto, entonces son madres solteras, he aquí una diferencia.
- Si fue una opción de vida, por abandono, o por accidente, esto es determinante, porque las condiciones emocionales y afectivas de crianza, varían de acuerdo a estas categorías, aspectos poco estudiados desde la psicología.
Aún así, me intriga como profesional y madre, -miembro de una familia monoparental- que la familia, es decir, las familias en estos días no sean objeto de estudio o preocupación, el concepto de familia, como tal persiste, Minuchin y Fishman (1985) describen a la familia como el grupo natural que elabora pautas de interacción en el tiempo y que tiende a la conservación y la evolución. Es el grupo celular de la sociedad, una institución que ha existido a lo largo de la historia, ha compartido siempre las mismas funciones entre ellas la crianza de los hijos, la supervivencia y la común unión de los miembros de ésta. No es una entidad estática sino que está en un cambio continuo igual que sus contextos sociales; desde esta perspectiva su estructura y la forma como los miembros se organizan y las funciones que cada uno asume dentro de las familias, así como las formas de abordar y mirar a las familias deben estar contextualizados.
Las relaciones de género siempre han estado desde lo político (sólo desde los años cincuenta la mujer tiene derecho al voto), desde lo social-cultural (es quien se encarga de los afectos, de mantener el hogar unido, de cocinar, lavar, planchar, estar 24 horas disponible, y pensar que Simón Bolívar planteó en su época que la mujer en el hogar debía recibir pago por tan gran trabajo, que pasó? Culpen a Santander!!), por ser la familia, el núcleo donde todo ser humano aprende, estos mimos patrones de comportamiento se van repitiendo; un ejemplo claro de esto son los libros educativos, todo el que tenga niños pequeños sabrá a qué me refiero. Sólo esto podría en parte explicar la violencia de género y el por qué algunas mujeres creen que deben ser golpeadas por su pareja o algún familiar, o porque los hombres se sienten dueños de sus compañeras, o porque las mujeres no creen poder solas con una carga familiar, aunque la vida diaria se encargue de demostrarle lo contrario.
Cuando una mujer queda embarazada (sea en el ciclo vital en el cual se encuentre) culturalmente su estatus dependerá de las condiciones que anteriormente se mencionaron, es así como si es un estrato socioeconómico medio, todavía tienen un poco de apoyo de su red social cercana y lejana (familia y amistades), es la boba que se dejó engañar; si se está en un estrato bajo, sin condiciones para tener un bebé y sin apoyo de ningún tipo, por supuesto, será la puta que se lo merece; y por último, si posee medios económicos, será la mujer que decidió. Estas realidades implican compromisos afectivos, en los cuales se asume la maternidad, el cuidado de los hijos, lo económico, social desde estas perspectivas.
Ahora una propuesta desde quien escribe, no sería en realizar más programas para mujeres cabeza de hogar, porque ¿Quién realmente ha medido su impacto o alcance, o ¿bajo qué criterios son elaborados? o al final ¿Quiénes son los más beneficiados?
Sino en emplear estrategias en la cual las mujeres se empoderen de todas sus capacidades, habilidades y valores inmensos, que pésenle a quien le pese, en medio de las diferencias, somos las que mantenemos y reproducimos la cultura.
BIBLIOGRAFÍA
García, Y. (2008).Familias en Colombia. Transiciones hacia el siglo XXI. Universidad Simón Bolívar. Barranquilla.
Madrazo, C (2004) Amantes y cortesanas: secretos de alcoba y escándalos amorosos, círculo latino, 2004. ISBN 9788496129115.
Minuchin, S. y Fishman, C. (1985). Técnicas de Terapia Familiar. Gedisa. Buenos Aires.
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