PARA QUE TRABAJAMOS?

El trabajo constituye una de las fuentes que le dan al ser humano bienestar social y psicológico, además de un significado a la vida del adulto, sus consecuencias sobre los seres humanos son ambivalentes; por un lado puede estimular el desarrollo del potencial de un individuo, producen salud y bienestar; por otro lado puede causar enfermedad e insatisfacción (estrés, ansiedad, depresión, dificultades ergonómicas etc).

Según A. Maslow, psicólogo- las necesidades del ser humano están jerarquizadas y escalonadas de forma tal que cuando quedan cubiertas una necesidades, es cuando se empiezan a sentir las necesidades del orden superior. El escalón básico es el de las fisiológicas, hambre y sed; pero que sucede cuando no se pueden cubrir estas necesidades? es posible que un ser con carencias de este tipo, pueda "pensar" en algo más?

Cuando el ser humano tiene ya cubiertas las necesidades fisiológicas pasa al segundo escalón de la pirámide de Maslow; cuando empieza a preocuparse por la seguridad de que puede cubrir las primeras  en el futuro y por la seguridad frente a cualquier daño. Es posible que un individuo esté en escalones superiores, es decir, considere asegurada la provisión de sus necesidades básicas, y un suceso inesperado le haga caer al escalón de la seguridad. Ese suceso puede ser la aparición un individuo armado frente a él o, peor aún, la aparición de un abogado con una demanda de divorcio. Estos sucesos que modifican la escala de necesidades son, reafirmémoslo, informaciones que recibimos y que interpretamos y valoramos en función de nuestra cultura y nuestra experiencia anterior. Es posible que sucesos traumáticos de nuestra infancia nos hagan ser especialmente sensibles y los sucesos que no asustarían a otras personas, sí nos asustan a nosotros.

Si el individuo se siente seguro, está en un escalón superior de la pirámide de Maslow. En el tercer escalón empieza a buscar la aceptación social; quiere identificarse y compartir las aficiones de un grupo social, quiere que este grupo lo acepte como miembro; aquí comenzamos a tener una "carga" , pues hay quienes desean y están en la búsqueda constante de  la aprobación y aceptación de los demás ( y quién no?), pero a costa de su propio yo; pero como dice el dicho, "nadie es monedita de oro para gustarle a todos" y seguramente hay personas quienes lo aprecian tal y como es; realmente vale la pena tanta angustia?  

Y finalmente, según la teoría, cuando un individuo se ha integrado  a un grupo social,  empieza a sentir la necesidad de obtener prestigio, éxito, alabanza de los demás. Finalmente, los individuos que tienen cubiertos todos estos escalones, llegan a la culminación y desean sentir que están dando de sí todo lo que pueden, desean crear; ahora yo les pregunto, será esto lo último que una persona desea? y cuál es el costo de este deseo? y como sigo con mis dichos " ten cuidado con lo que deseas porque lo puedes obtener" , a parte del "reconocimiento" de los otros, donde está la sensación de bienestar con uno mismo?, es decir, si hemos llegado tan lejos en la vida, es por nosotros mismos o por lo que los demás puedan decir de uno ? .

Hay quienes andan por la vida con una maleta muy grande y pesada "debo probarles que puedo" ; "debo ser el mejor" ; pues hay una diferencia entre calidad de vida y cantidad en la vida.

Calidad de vida, es disfrutar lo que tienes y puedes obtener haciendo tu máximo esfuerzo, sin compararte con lo que otros tienen o pueden, es trabajar con la seguridad que vas a llegar donde te has propuesto solo porque sabes que te lo mereces y eres capaz, es aceptar que hay momentos buenos y malos, aprender de los errores y seguir adelante.

Cantidad en la vida, es pasar horas trabajando acumulando algo que no puedes disfrutar porque estas muy ocupado haciendo más dinero; es sufrir estrés, depresión, ansiedad, porque no tienes lo mismo que tiene el vecino; es vivir en un sitio fabuloso y no tener tiempo para conocerlo porque estas cansado, o tal vez a ustedes se les ocurra algo más.

Conclusión......

 Todo lo que la tierra da y todo aquello que se llama felicidad solo es un juguete de la suerte; lo que nosotros somos, eso solo nos pertenece.  Johan Kaspar Lavater